lunes, 21 de octubre de 2019

Sobre la cuestión catalana

Llevo varios días viendo con incredulidad lo que está pasando en mi comunidad autónoma, viendo con asombro lo que resumí en un tweet como:

- Violentos jodiendo los bienes urbanos
- Antidisturbios dando palos a quien pille, con razón o sin
- Manipulación (y no sólo de los medios)
- Políticos echando más leña

Y lo siento, pero he llegado a un punto de ansiedad donde quiero bajarme del barco, y con esta entrada no pretendo abrir los ojos a nadie, simplemente necesito desahogarme.


No me molestaré en poner en antecedentes a nadie, la cosa está clara, en Cataluña hay manifestaciones independentistas, y entre ellos hay independentistas violentos, es absurdo negarlo o esconderlo, ¡hay independentistas violentos!, y no lo digo porque lo digan los medios o nadie, lo digo porque lo sé de primera mano, independentistas a los que se les ha inflado las narices de tanto jueguecito que se traen los políticos, y que no tienen otra cosa que hacer que joder los bienes urbanos que pagamos con nuestros impuestos, encararse con las autoridades e incluso agredir a otras personas, en muchos casos son niñatos que no deben de tener ni la mayoría de edad, pero en otros casos son adultos a los que cualquier excusa les va bien para montar gresca, y ya ni hablemos de los antisistema que parecen haberse sumado. Y de igual manera ¡también hay nacionalistas españoles violentos!, igual de lamentables que los otros, e igual de descerebrados.
Hagamos el favor de dejar de justificar a unos mientras criticamos a los otros, no seamos hipócritas, ambos son criticables e injustificables.

Respecto a los antidisturbios, cierto es que no me gustaría estar en su lugar, ante masas más numerosas que ellos en muchos casos, y que lo normal es que respondan así cuando han de disolver concentraciones, o cuando han de enfrentarse a vándalos, pero no son pocas las veces donde se les va la mano, y muchas veces parecen que pegan con sarna para desquitarse, quedando a la altura de los violentos que he nombrado antes, y por ello igual de criticables e injustificables.

Llegamos al punto de la manipulación, manipulación por parte de los medios, manipulación por parte de los políticos, pero, lo que es mucho peor, manipulación por parte de la propia gente. Y es que elegimos bando, y una vez escogido bando compartimos y mostramos sólo lo que nos interesa para reafirmarnos, manipulamos, mentimos, al mismo tiempo que negamos o tratamos de desprestigiar todo lo que no nos interesa. Por favor, de nuevo, no seamos hipócritas, ni vuestra causa justifica todo, ni la causa del resto tiene menos valor que la vuestra.

Y ya llego a esos seres despreciables encargados de que se haya llegado a esta situación: los políticos, esos seres que ponemos al frente del gobierno para que tomen decisiones cuando hay que tomarlas y... no hacen nada, esos seres que deberían velar por nuestro porvenir y lo único que hacen es echar más leña al fuego, tensando más y más la cuerda, generando cizaña... no me cansaré de decirlo, ellos están ahí, al frente del poder, porque nosotros se lo permitimos, pensad un poco en vez de repetir su discurso sin criterio propio.


Así pues, estoy en una situación donde me planteo si sigo intentando mantenerme informado para tratar de no dejarme manipular, o si paso de todo e intento vivir en la bendita ignorancia... mis principios tienen claro qué opción debería escoger, no me quiero dejar pastorear, pero mi salud mental también lo tiene claro, ya que estoy llegando a una situación donde me entran ganas de coger las maletas e irme bien lejos.
En todo caso, todo se resume en que siento mucha pena, al mismo tiempo que miedo y asco, pero de todo y todos en general, sin excepción.


Ho!

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