miércoles, 2 de octubre de 2013

Rush

'Rush' es el último estreno del director Ron Howard (conocido por películas como 'Una mente maravillosa', 'Apolo XIII', o 'El código Da Vinci' entre otras), protagonizado por Chris Hemsworth y Daniel Brühl.

Ambientada en los años 70, durante la glamurosa y espectacular edad de oro de la Fórmula 1, retrata la poderosa historia real de los dos mayores rivales que el mundo ha conocido: el apuesto playboy inglés James Hunt, y su metódico y brillante oponente, Niki Lauda. Siguiendo sus vidas personales dentro y fuera de la pista, los dos pilotos se presionan a sí mismos hasta llegar al límite de su resistencia física y psicológica, donde no existen atajos hacia la victoria ni margen de error. Si cometes uno, mueres.

Como adelanta la sinopsis, la película está basada en una historia real, sobretodo en el duelo que mantuvieron Lauda y Hunt en 1976 por la disputa del campeonato mundial.


Para un aficionado a la F1 como yo, que no empezó a seguir la F1 hasta finales de los 90, esta película no es sólo imprescindible por recrear un trocito estupendo de la F1, también lo es por mostrar lo que por aquella época era la F1 (muy diferente a lo que es actualmente), donde los monoplazas eran ataúdes con ruedas, donde lo raro era que no hubiera ningún accidente de gravedad, donde los pilotos iban siempre al límite, y donde la F1 era quizás algo menos elitista.

En 'Rush' se muestra de forma paralela las vidas de Hunt y Lauda, dos pilotos cuya rivalidad los espoleó hasta llegar al año donde el descaro de Hunt plantó cara al meticuloso Lauda, y ambos protagonizaron un emocionante mundial hasta la última carrera. Con James Hunt se nos muestra a los aficionados que no pudimos vivir esa época una manera de vivir la F1 diferente, Hunt no se cuidaba nada, tenía calidad, descaro, y no tenía miedo en la pista. Lauda en cambio es el prototipo del actual piloto de F1, se cuidaba, se involucraba en el desarrollo del coche, era exigente con el equipo y consigo mismo, y, sobretodo, le gustaba llegar entero a meta.

Las actuaciones de los dos actores protagonistas son geniales, pero donde destaca la película sobretodo es en el apartado técnico, y es que es genial escuchar esos motores haciendo temblar toda la sala, ver diferentes detalles de los monoplazas de aquella época, disfrutar de la genial fotografía de Anthony Dod Mantle... la pena es que no nos hayan deleitado con algún momento más de pura carrera, porque lo visto ha resultado excelente, eso sí, también hay que decir que hay carreras donde la narración resulta algo confusa y caótica.


Es de agradecer una película de estas características, y es que la F1 no sólo trata de Senna, Prost, Schumacher, Alonso... ;)


Ho!

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