En el año 1890, el joven abogado Jonathan Harker viaja a un castillo perdido de Transilvania, donde conoce al conde Drácula, que en 1462 perdió a su amor, Elisabeta. El conde, fascinado por una fotografía de Mina Murray, la novia de Harker, que le recuerda a su Elisabeta, viaja hasta Londres "cruzando océanos de tiempo" para conocerla. Ya en Inglaterra, intenta conquistar y seducir a Lucy, la mejor amiga de Mina.
La película, más orientada al romance que no al terror, con un reparto con muchas caras conocidas como Gary Oldman, Winona Ryder, Anthony Hopkins, Keanu Reeves, Sadie Frost, e incluso Monica Bellucci.
Puesto que el otro día me puse a ver 'Entrevista con el vampiro', y de vampiros va la cosa, decidí "volver a ver" esta película, y lo entrecomillo porque esta es una película que intenté ver varias veces de adolescente (porque por casa de mis padres la tenían en VHS), pero nunca la terminé, porque me parecía un peñazo, así que ahora, que ya no soy ese adolescente, y tengo más gusto por el cine que por aquella, he decidido darle una oportunidad y... ¡me ha vuelto a parecer un peñazo!
Y es que los 130 minutos que dura se me hicieron más largos que un día sin pan, muy pomposos, con momentos de la trama que no hay por dónde pillarlos, con un Drácula con más apariencias que caras que tiene un dado, cuyas motivaciones parecen claras pero no cuadran con muchas de sus acciones, y que, en general, uno no sabe los poderes que tiene realmente porque estos van mostrándose, o no, según convenga a la situación.
No todo es malo, la puesta en escena, la atmósfera, sus efectos especiales, algunas de las actuaciones, la banda sonora... en general todo roza un nivel muy alto, pero, en mi caso, nada compensa el sopor que me produce.
Ho!