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viernes, 18 de agosto de 2017

Spider-man: Homecoming

Como se suele decir, vuelve el hijo pródigo a casa, vuelve Spider-man a los rediles de Marvel, para hacer más y más grande ese universo que llevan años construyendo en el cine.

Peter Parker comienza a experimentar su recién descubierta identidad como el superhéroe Spider-Man. Después de la experiencia vivida con los Vengadores, Peter regresa a casa, donde vive con su tía. Bajo la atenta mirada de su mentor Tony Stark, Peter intenta mantener una vida normal como cualquier joven de su edad, pero interrumpe en su rutina diaria un nuevo villano, el Buitre, y, con él, lo más importante de la vida de Peter comenzará a verse amenazado.

La película, dirigida por Jon Watts, está protagonizada por Tom Holland, Marisa Tomei, Robert Downey Jr., y Michael Keaton entre otros.


Sólo han pasado 15 años desde que Sam Raimi adaptara el personaje al cine por la puerta grande, 5 años desde que Marc Webb lo reiniciara, y sólo por eso uno ya tenía algo de miedo de volver a ver la historia de siempre, pero en Marvel eran conscientes de ello, y se agradece que hayan optado por no explicarnos otra vez la historia de Peter Parker, y que se hayan tomado sus propias licencias.

El problema es que mientras veía la película en ningún momento he terminado de ver a Spider-man, durante gran parte de la película me he encontrado con una especie de Iron-man con mallas haciendo el bufón, y durante la otra parte tenemos a Peter Parker con pijama haciendo lo que tiene que hacer, pero ni rastro de Spider-man y toda esa carga que lleva siempre sobre sus espaldas, y cuesta creer que Marvel no haya tenido esto en cuenta.


Aún así la película es muy divertida, desenfadada y entretenida, pero como película del personaje arácnido me ha resultado un producto fallido y decepcionante.

PD: Hay dos escenas tras los créditos, una al poco de empezar los mismos, y otra bastante prescindible al final de todos ellos.


Ho!

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