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viernes, 21 de septiembre de 2007

Super Mario world 2: Yoshi's island

En 1995 Nintendo sacó la segunda parte de 'Super Mario world', aunque fueron tantas las novedades que apenas guarda parecido.

Tras el éxito de 'Donkey Kong country' Miyamoto tenía la difícil labor de igualarlo sin perder su propio estilo, y, gustos a parte, lo consiguió.

'Yoshi's island' no presentaba un aspecto gráfico tan impresionante como el título de Rare, pero tampoco se quedó atrás técnicamente, y, aprovechando las características del chip SFX2 que venía incluido en el propio cartucho, ofreció deformaciones de la imagen, zooms, rotaciones y más virguerías que no se habían visto hasta entonces.

En cuanto al sistema de juego, pese a ser un "Mario" aquí no controlaremos al fontanero, sino a Yoshi, un simpático dinosaurio que ya hizo aparición en la primera parte, con el que tendremos que transportar a un recién nacido Mario, en busca de su hermano secuestrado por un malvado magikoopa, Kamek.

El control también es diferente, con Yoshi podremos revolotear, caer en barrena, comer a los enemigos, escupirlos, o poner huevos para luego lanzarlos, y lógicamente todas las fases están pensadas para aprovechar estas habilidades.

'Yoshi's island' es más lineal que su predecesor con 6 fases y dos castillos por mundo, aunque muchas de sus fases son continuos laberintos que tendremos que explorar a fondo si queremos conseguir todas las monedas rojas y todos los soles, imprescindibles si queremos obtener la máxima puntuación y así poder desbloquear fases secretas.


La verdad es que este juego cuenta con un encanto especial, ese diseño con efecto acuarela y con tanto colorido me asombró desde que empecé a jugarlo, me encantaba el juego, desde la planificación de las fases, hasta las melodías, a tono con los gráficos. Recuerdo que la primera vez que lo jugué tenía que compaginarlo con otros dos "monstruos" que me tenían fascinado, 'Secret of Evermore' y 'Donkey Kong country', pero 'Yoshi's island' fue el primero de los tres que me pasé, un primor.

Poco después lo volví a rejugar, afianzando así la buena impresión que me había dejado antes, y hace no mucho volví a pasármelo de nuevo, esta vez en GBA, volviendo a dejarme un muy buen sabor de boca.


Ahora estoy enfrascado con su secuela para la DS, de momento no me parece que esté a la altura de esta joya, pero me está gustando bastante.

PD: La versión que se editó para Game Boy Advance es bastante buena, aunque técnicamente está algo más limitada.


Ho!

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