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lunes, 26 de diciembre de 2016

¡Qué bello es vivir!

En 1946 se estrenó una película dirigida por Frank Capra, 'It's a wonderful life' (título original), protagonizada por James Stewart.

George siempre ha ayudado a todos, es muy querido por los que le rodean, pero él no lo sabe. Sus ansias por abandonar su pueblo y ser arquitecto y realizar viajes por todo el mundo siempre se ven frenadas por su afán por ayudar a los demás. Esto le lleva a una situación límite de la que sólo logrará salir con la ayuda de un ángel y de sus amigos.

Todo un clásico navideño, aunque cabe destacar que en su momento la película fue un fracaso de taquilla.


Llevo varios años que por Nochebuena intento ver siempre alguna película relacionada con la Navidad, para despertarme el espíritu navideño, generalmente optaba por revisionar alguno de mis títulos favoritos, pero este año quise darle la oportunidad a este clásico entre los clásicos, y el resultado ha sido toda una sorpresa, sobretodo en la parte final donde no pude evitar emocionarme con un par de lagrimones en la cara, y es que la película me ha parecido como una montaña rusa de sensaciones, con largas y costosas subidas para disfrutar luego de trepidantes bajadas.

La historia de '¡Qué bello es vivir!' es atemporal, a la altura de la mismísima historia de 'Cuento de Navidad', cómo un personaje que, con sus imperfecciones, es querido por todos gracias a su generoso y silencioso sacrificio. James Stewart borda su papel, quizás un poco sobreactuado en algunos momentos, pero muy efectivo, pero es que el resto del reparto también está muy destacable, Donna Reed, Lionel Barrymore, Thomas Mitchell, Henry Travers... todos perfilan a la perfección la naturaleza de sus personajes.


Sin duda se convierte en mi clásico navideño favorito, una película imprescindible para ver en esta época del año.


Ho!

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