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domingo, 12 de junio de 2016

Warcraft. El origen

Basada en la popular saga de videojuegos, 'Warcraft. El origen' narra los inicios de la guerra entre orcos y humanos.

El pacífico reino de Azeroth está a punto de entrar en guerra para enfrentarse a unos terribles invasores: orcos guerreros que han dejado su destruido mundo para colonizar otro. Al abrirse un portal que conecta ambos mundos, un ejército se enfrenta a la destrucción, y el otro, a la extinción. Dos héroes, uno en cada bando, están a punto de chocar en un enfrentamiento que cambiará el destino de su familia, su pueblo y su hogar. Así empieza una espectacular saga de poder y sacrificio donde se descubren las numerosas caras de la guerra y donde cada uno lucha por lo suyo. 

La película está dirigida por Duncan Jones, y protagonizada por Travis Fimmel, Paula Patton, Dominic Cooper, Ben Foster, y por unos cuantos personajes en CGI xD


Fui al cine por el simple hecho de ir, me apetecía un poco de cine, palomitas, olor a humanidad..., sin que hubiera nada que me terminara de entusiasmar, y por decisión popular decidimos darle una oportunidad a esta película, y el resultado ha sido entretenido, pero sin nada destacable ni reseñable, y es que la película es bastante discreta en todos los aspectos, trama mediocre, desarrollo regulero, aspectos visuales simplemente correctos, falta de epicidad (parece incluso que huya de ella)... realmente, si no fuera por el nombre que hay detrás posiblemente no la estaría comentando aquí.

De la historia hay varias cosillas que chirrían, entre ellas lo poco que aporta un personaje que supuestamente comparte protagonismo, como es Durotan, cuyas acciones no generan ninguna relevancia en la trama. O también chirría mucho la diferencia de fuerza entre los orcos y los humanos, que según la escena se desproporciona más o menos.


En resumen, una película que consigue entretener, y que puede resultar interesante por la adaptación de ese universo propio de las primeras entregas de 'Warcraft', con algún que otro guiño que me ha recordado a esos juegos de estrategia, pero que como película pasará sin pena ni gloria.


Ho!

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