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sábado, 14 de noviembre de 2009

Ponyo en el acantilado

En una época donde la presencia de la animación digital ha conseguido desplazar prácticamente la animación tradicional, el estudio Ghibli, fiel a su estilo artesanal, nos ofrece una obra de Hayao Miyazaki pintada a mano, sin utilizar ordenadores.

Sinopsis:
Cuando juega en la playa, Sosuke, un niño de cinco años, se encuentra una pececita de colores llamada Ponyo con la cabeza atascada en un tarro de mermelada. Sosuke la rescata y le dice: "No te preocupes, yo te protegeré y cuidaré de ti". Sin embargo, el padre de Ponyo, un hechicero que vive en lo más profundo del océano, la obliga a regresar con él a las profundidades del mar. "¡Quiero ser humana!", exclama Ponyo y, decidida a convertirse en una niña y regresar con Sosuke, escapa. Pero no va a ser nada fácil conseguir reunirse con él.

Para hacer 'Ponyo en el acantilado' se necesitaron más de 70 personas dibujando a mano durante 6 meses, no en vano es la película de animación con más fotogramas pintados a mano de la historia.


Sin duda, la imaginación que destilan las obras de Miyazaki está a otro nivel. Con 'Ponyo' tenemos una película sencilla al estilo de 'Mi vecino Totoro', una historia que te lleva directamente a una fantasía sin mayor rodeo ni explicación. Aunque Ponyo y Sosuke resultan entrañables, quizás se echa de menos una mayor aventura, pero es en el costumbrismo de la vida de Sosuke con su madre lo que forma la película.

Técnicamente la obra no es tan espectacular como han sido las últimas obras de Miyazaki, pero el diseño artístico es fabuloso hasta en el último detalle, así como la animación tan rica que nos acostumbra a ofrecer el estudio Ghibli.


En resumen, una pequeña obra de esas tan entrañables y destacables que acostumbra a plasmar un director que sin duda echaremos de menos cuando decida retirarse ^^


Ho!

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