domingo, 9 de mayo de 2010

Las bodas...

Esta semana me ha tocado ir de boda, y qué os voy a decir que muchos no sepáis... las bodas, ese día que todo ha de ser perfecto para la pareja que se casa, el día más feliz de sus vidas, donde sus más allegados se emocionan, todos los invitados se desviven por ellos... en resumen, su día; pero también son esos días que hacen que los invitados se tengan que dejar un pastizal: Que si ropa (que no volverán a usar), que si calzado (que como se suele estrenar hace daño y ya no lo volvemos a usar), que si el regalo (preferiblemente dinero que cubra con creces el precio del cubierto y permita además pagar el viaje, el piso, o lo que sea)... y encima a aguantar una fiesta que para verla medianamente divertida es imprescindible arrasar con todo el alcohol que pase por nuestras copas.

Si conoces al resto de invitados (típica boda de algún familiar cercano), pues bueno, puede tener su puntillo, sobretodo si tienes primos capaces de cualquier cosa... pero si tienes que ir a alguna donde no conoces más que a los novios (y a veces ni eso, que quién los conoce es tu pareja), pues se traduce en un peñazo de boda para las que tengo algunos consejos:

  • Lo primero, la excusa. Hay que intentar no ir por todos los medios, buscad excusas. Podéis pensar que quien os invita lo hace porque os quiere, pero en realidad quieren más regalos.
  • Lo segundo, si la excusa no ha colado. Hay que intentar no llegar puntual, porque los novios nunca lo hacen, y si la ceremonia es a una hora, seguro que se empieza media hora o una hora más tarde, tiempo que tendrás que matar hablando de chorradas con gente que no sabes ni cómo se llama.
  • Lo tercero, la ceremonia. Si te puedes escaquear de la ceremonia, hazlo... comprendo que las bodas por iglesia aprovechen para dar la misa de paso, pero las bodas por lo civil podían ahorrarse tanto discursito e ir directamente a lo único que vale: "que os respetéis, que os apoyéis... ¿quieres casarte?, sí, pues ale, un beso y a comer"
  • Lo cuarto, el banquete. Ten un teléfono con acceso a internet cerca, por si la comida la sirven con lentitud y además te toca sentarte con alguien con el que no tienes nada de qué hablar. Si no eres previsor te tocará entretenerte con el típico familiar de los novios que hará el payaso de vez en cuando :S
  • Lo quinto, la pachanga cutre que se hace después con la música más casposa típica de las bodas. Llama a la SGAE para amenizar un poco el tema, o en su defecto, carga el móvil de antes con música y disimuladamente escuchas algo decente, o eso, o escápate en cuanto puedas... tus oídos te lo agradecerán.
  • Lo sexto, una vez terminada la boda. No dudes en explicar tu mala experiencia a tus amigos y familiares, para ver si así les disuades de que se casen o, como mínimo, que no te inviten... que antisociales como yo preferimos una tarde con la consola, viendo una película, o con los amigos, a tener que estar constantemente disimulando nuestros bostezos, aparentando además que nos divertimos...

Ho!

2 comentarios :

Knight dijo...

¡La pura realidad! XD

Tronius dijo...

Yo sólo decir que si algún día me caso el banquete no será el típico ni nada. Siempre intentaría que fuese entre amigos conocidos, poca familia y ya.

Si no quieren traer pareja pues bueno no lo veo obligatorio. Digamos que si fuese así sería algo más para compartir con los buenos conocidos, sin banquetes largos o cosas así.

Aunque me obligasen a hacer un banquete, no lo querría para nada. Ni yo disfrutaría de eso qeu se "supone" que es algo feliz, o bueno.

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